¿De que trata este libro?
En Tú no eres tu dolor (2016), Vidyamala Burch y Danny Penman te enseñan una manera de gestionar el dolor basada en el Mindfulness y utilizando para ello meditaciones antiguas desconocidas hasta hace muy poco en Occidente. Se trata de un programa de ocho semanas llamado Mindfulness-Based Pain Management (MBPM) —es decir, gestión del dolor basada en el Mindfulness— que hunde sus raíces en el revolucionario trabajo desarrollado por el doctor Jon Kabat-Zinn en la facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, y que ha sido adaptado para aliviar el dolor y el sufrimiento físico, aunque ha demostrado ser muy eficaz también para la reducción del estrés.
¿Para quién es este libro?
¿Quién ha escrito este libro?
A los 23 años, Vidyamala Burch sufrió un grave accidente de tráfico que lesionó irreversiblemente su columna cervical. Pese a varias intervenciones quirúrgicas, desde entonces necesitó de una persona que la ayudase continuamente. Su nueva vida, lejos de hundirla en la miseria emocional, la llevó a enfocar su día a día como un desafío que le permite ayudarse a sí misma y ayudar a los demás. Se incorporó a la Orden Budista Triratna y, tras abandonar su Nueva Zelanda natal, se trasladó a Gran Bretaña, donde vivió en un centro de retiros durante algún tiempo para después empezar a enseñar en entornos budistas. Es la fundadora de Respira Vida Breathworks, organización dedicada a la enseñanza del Mindfulness.
Danny Penman es un conocido periodista de investigación que sufrió un accidente de parapente cuando volaba sobre los montes Costwold, en el sur de Inglaterra. Su lesión fue muy grave: la meseta tibial, ubicada en el inferior de la rodilla, se había roto en seis partes y la tibia y el peroné se habían dividido en seis grandes fragmentos y numerosas astillas. También experimentó un daño muy importante en los músculos, tendones, ligamentos y cartílagos de esa región. Fue entonces cuando empezó a utilizar el Mindfulness para enfrentarse a los efectos secundarios del accidente y el resultado fue alentador. El programa de meditación alivió tanto su dolor que pudo reducir en dos terceras partes la toma de analgésicos. También aprendió a aceptar mejor la vida.